jueves, 21 de noviembre de 2019

ESTIMULACIÓN TEMPRANA

La estimulación temprana o precoz, también conocida como atención temprana, es un grupo de técnicas, medios y actividades, con base científica, que se aplican en forma sistemática y secuencial para potenciar el desarrollo cognitivo, motriz, lenguaje, social y emocional de los niños durante su primera infancia (desde el nacimiento hasta los 6 años de edad).


  1. Cognitivo: Facilita al niño comprender, relacionar y adaptarse a situaciones nuevas, haciendo el uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que le rodea.
  2. Motriz: Se relaciona con la habilidad para moverse y desplazarse; además de la coordinación entre lo que ve y lo que toca.
  3. Lenguaje: Se enfoca a las habilidades del niño para comunicarse, lo cual comprende las capacidades de comprensión, expresión y gestual.
  4. Social y Emocional: Esta área incluye las experiencias afectivas y la socialización del niño.
Esta técnica está dirigida tanto para niños con trastornos neuromotores, principalmente, como para menores sanos.  En los primeros, el objetivo es corregir trastornos reales o potenciales en su desarrollo, o bien, estimular capacidades compensadoras; mientras que en los segundos ayuda a desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales, así como evitar algún retraso o bloqueo por la adquisición de habilidades o estados no deseados debido a condiciones ambientales inadecuadas, además auxilia a los padres con eficacia y autonomía de cuidado y desarrollo del infante.

Otra característica de la estimulación temprana es que sus intervenciones son globales, ya que no solamente abordan al niño como individuo sino también involucran a la familia y a su entorno.

Consecuencias
La estimulación temprana sólo tiene repercusiones positivas tanto para el infante como para su familia.
  • Genera unión entre los padres y los hijos a través del juego y la diversión.
  • Previene o mejora posibles déficits del desarrollo del niño.
  • Ayuda a normalizar las pautas de vida del menor cuando éste sufre de algún problema neuromotor.
  • El niño aprende a responder ante personas, situaciones, objetivos, etc.; además, lo ayuda a que fije su atención y a que despierte su interés hacia los acontecimientos de la vida.
  • Brinda cimientos para facilitar el crecimiento armonioso y saludable, así como para el posterior aprendizaje y personalidad del niño.
Recomendaciones
  1. No forzar al niño para que ejecute ninguna actividad, ya que la estimulación debe ser una experiencia positiva.
  2. Jugar con el menor constantemente porque es la única forma que el niño aprende durante esta primera etapa y es la mejor manera de estimular a un niño.
  3. Antes de iniciar las actividades de estimulación, el niño debe estar descansado y alimentado para que esté realmente receptivo.

martes, 19 de noviembre de 2019

DISCALCULIA

El término discalculia se refiere a la dificultad en el aprendizaje de las matemáticas. Se trata de una discapacidad que es considerada una variación de la dislexia. Quien padece discalculia, por lo general, tiene un cociente intelectual normal o superior, pero manifiesta problemas con las matemáticas, señales y direcciones.

La discalculia se caracteriza por la presencia de dificultades:

  1. Amnésicas.
  2. Distancia y Tamaño.
  3. Esquema corporal
  4. Figura y longitud.
  5. Orientación espacial.
  6. Perceptivo-Visuales.
Con frecuencia, se utilizan los términos discalculia y acalculia como sinónimos, pero algunos investigadores en la materia se refieren a la acalculia como un trastorno del cálculo originado por una lesión cerebral en la adultez, a diferencia de la discalculia, que se debe a un deficiente aprendizaje en las matemáticas.

Sintomatología
  1. Dificultades frecuentes con los números, confusión de los signos +, -, / y, etcétera.
  2. Problemas con tablas de itinerarios, cálculo mental, señas y direcciones.
  3. Buena Capacidad en materias como ciencias y geometría, hasta que se requiere el uso de las matemáticas.
  4. Dificultad con los conceptos abstractos del tiempo y dirección.
  5. Incapacidad para realizar planificación financiera o presupuestos.
  6. Problemas para comprender y recordar conceptos, reglas, fórmulas y secuencias matemáticas.
  7. Dificultad para llevar la puntuación durante los juegos.
  8. Errores en las operaciones aritméticas.
  9. Razonamiento erróneo en la solución de problemas matemáticos.
  10. Dificultades para la realización de cálculo mental.
  11. Confusiones entre números por su forma (el 6 por el 9) o sonido semejante, (el seis por el siete).
  12. Inversiones numéricas (69 por 96 o 107 por 701).
  13. Errores en la seriación numérica, como la repetición de números.
Causas
  • La discalculia, al igual que la dislexia, puede ser causada por un déficit de percepción visual o problemas en cuanto a la orientación.
  • Predisposición genética.
  • Distintas anormalidades neurológicas, como asfixia perinatal.
  • Variables ambientales en la escuela.
  • También puede deberse porque existen otras funciones comprometidas como es el caso del trastorno por déficit de atención (TDA), en el cual hay deficiencias en el procesamiento lingüístico, la memoria de trabajo verbal o visoespacial y la función ejecutiva. 

Consecuencias
  • Deterioro de la autoestima del menor al tener un desempeño escolar deficiente.
  • Abandono escolar.
  • Discriminación de los pares.
Recomendaciones
  1. Lo más importante es el amor, la comprensión, la paciencia y tratar al niño con discalculia igual que cualquier otro.
  2. Dar ejemplos e intentar relacionar los problemas matemáticos a situaciones de la vida real.
  3. Darles tiempo suficiente a los niños para resolver problemas y operaciones matemáticas, dándoles estrategias cognitivas que les faciliten el cálculo mental y el razonamiento visual.
  4. Especialmente se aconseja a los maestros adaptar los aprendizajes a las capacidades del alumno tomando en consideración sus canales de percepción de la información.
  5. Proporcionar hojas de trabajo que no tengan amontonamiento visual.
  6. Que el menor lea problemas en voz alta para percatarse si comprendió bien lo que se le pide.
  7. Usar música o ritmos para ayudar al niño a la memorización.
En lo que refiere el tratamiento para un menor con discalculia, éste debe ser personal y de preferencia con un terapeuta calificado en la materia.  Sin embargo, tanto los maestros como los padres pueden ayudar de manera significativa a que el niño supere el problemas a través de ejercicios atractivos que predispongan al razonamiento, siempre de acuerdo al grado de afectación con las finalidad es que adquiera la destreza en el empleo de relaciones cuantitativas.

lunes, 18 de noviembre de 2019

DISLEXIA

la dislexia es una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emocional.  Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica.  

Es un problema de índole cognitivo que afecta aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, particularmente el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de orden y la secuenciación.

Clasificación de la Dislexia

  1. Dislexia evolutiva
  2. Dislexia Madurativa
  3. Dislexia Adquirida.
Síntomas de la Dislexia

Etapa preescolar (3 a 6 años)
  • Historia familiar de problemas disléxicos (padres, hermanos u otros familiares).
  • Retraso en aprender a hablar con claridad.
  • Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
  • Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo: los colores.
  • Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
  • Alternancia de días buenos o malos en el trabajo escolar, sin razón aparente.
  • Aptitud para la construcción de objetos y juguetes "técnicos" como juegos de bloques, lego, etc. (mayor habilidad manual que lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de inteligencia).
  • Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar.
  • Dificultad con las palabras rimadas.
  • Dificultades con las secuencias.
  • Se presentan dislalias, omisión y confusión de fonemas: además, hay pobreza de vocabulario y expresión, así como poca comprensión, inversión de letras y números
Etapa de 6 a 9 años
  • Particular dificultad para leer y escribir.
  • Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección u orientación inadecuada.
  • Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
  • Dificultad para aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar; en general, para retener secuencias, como los días de la semana, los dedos de la mano, los meses del año.
  • Falta de atención y concentración.
  • Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
Etapa de 9 a 12 años
  • Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
  • Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las mismas.
  • Desorganización en casa y en la escuela.
  • Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
  • Dificultad para seguir instrucciones orales.
  • Aumento de la falta de autoconfianza e incremento de la frustración.
  • Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
  • Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención e inmadurez.
Etapa de los 12 años
  • Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
  • Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos; a veces, permanencia de las omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
  • Dificultad para planificar y narrar relatos y composiciones escritas en general.
  • Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
  • Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
  • Baja autoestima.
  • Dificultad para la percepción del lenguaje; por ejemplo, en seguir instrucciones.
  • Baja comprensión lectora.
  • Aversión a la lectura y escritura.
Recomendaciones:

Es de vital importancia reconocer que cada niño sigue su propio ritmo en el desarrollo del lenguaje; sin embargo, la observación pueden ser una alerta de que algo no marcha bien al considerar algunos signos tales como:
  1. De los 0 a los 12 meses: silencioso y no balbucea en los primeros meses.
  2. Entre los 12 y 14 meses: no comprende órdenes sencillas (señalar con el dedo algo que se le nombra, negar con la cabeza, decir adiós con la mano); además, no desarrollo el habla espontánea.
  3. Dos años: no pronuncia palabra parecidas a las del lenguaje establecido.
  4. Tres años y medio: El habla no puede ser entendida por personas que no forman parte de su núcleo familiar.
Si se observa alguno de estos puntos es conveniente consultar al pediatra o especialista.

Es importante tener en cuenta que el vocabulario y desarrollo de conceptos continúa durante los años escolares.  Se les enseña a leer y escribir, y mientras maduran los alumnos, la compresión y el uso del lenguaje se hace más complejo.  Las destrezas para la comunicación están al centro de la experiencia educativa.