jueves, 21 de noviembre de 2019

ESTIMULACIÓN TEMPRANA

La estimulación temprana o precoz, también conocida como atención temprana, es un grupo de técnicas, medios y actividades, con base científica, que se aplican en forma sistemática y secuencial para potenciar el desarrollo cognitivo, motriz, lenguaje, social y emocional de los niños durante su primera infancia (desde el nacimiento hasta los 6 años de edad).


  1. Cognitivo: Facilita al niño comprender, relacionar y adaptarse a situaciones nuevas, haciendo el uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que le rodea.
  2. Motriz: Se relaciona con la habilidad para moverse y desplazarse; además de la coordinación entre lo que ve y lo que toca.
  3. Lenguaje: Se enfoca a las habilidades del niño para comunicarse, lo cual comprende las capacidades de comprensión, expresión y gestual.
  4. Social y Emocional: Esta área incluye las experiencias afectivas y la socialización del niño.
Esta técnica está dirigida tanto para niños con trastornos neuromotores, principalmente, como para menores sanos.  En los primeros, el objetivo es corregir trastornos reales o potenciales en su desarrollo, o bien, estimular capacidades compensadoras; mientras que en los segundos ayuda a desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales, así como evitar algún retraso o bloqueo por la adquisición de habilidades o estados no deseados debido a condiciones ambientales inadecuadas, además auxilia a los padres con eficacia y autonomía de cuidado y desarrollo del infante.

Otra característica de la estimulación temprana es que sus intervenciones son globales, ya que no solamente abordan al niño como individuo sino también involucran a la familia y a su entorno.

Consecuencias
La estimulación temprana sólo tiene repercusiones positivas tanto para el infante como para su familia.
  • Genera unión entre los padres y los hijos a través del juego y la diversión.
  • Previene o mejora posibles déficits del desarrollo del niño.
  • Ayuda a normalizar las pautas de vida del menor cuando éste sufre de algún problema neuromotor.
  • El niño aprende a responder ante personas, situaciones, objetivos, etc.; además, lo ayuda a que fije su atención y a que despierte su interés hacia los acontecimientos de la vida.
  • Brinda cimientos para facilitar el crecimiento armonioso y saludable, así como para el posterior aprendizaje y personalidad del niño.
Recomendaciones
  1. No forzar al niño para que ejecute ninguna actividad, ya que la estimulación debe ser una experiencia positiva.
  2. Jugar con el menor constantemente porque es la única forma que el niño aprende durante esta primera etapa y es la mejor manera de estimular a un niño.
  3. Antes de iniciar las actividades de estimulación, el niño debe estar descansado y alimentado para que esté realmente receptivo.

martes, 19 de noviembre de 2019

DISCALCULIA

El término discalculia se refiere a la dificultad en el aprendizaje de las matemáticas. Se trata de una discapacidad que es considerada una variación de la dislexia. Quien padece discalculia, por lo general, tiene un cociente intelectual normal o superior, pero manifiesta problemas con las matemáticas, señales y direcciones.

La discalculia se caracteriza por la presencia de dificultades:

  1. Amnésicas.
  2. Distancia y Tamaño.
  3. Esquema corporal
  4. Figura y longitud.
  5. Orientación espacial.
  6. Perceptivo-Visuales.
Con frecuencia, se utilizan los términos discalculia y acalculia como sinónimos, pero algunos investigadores en la materia se refieren a la acalculia como un trastorno del cálculo originado por una lesión cerebral en la adultez, a diferencia de la discalculia, que se debe a un deficiente aprendizaje en las matemáticas.

Sintomatología
  1. Dificultades frecuentes con los números, confusión de los signos +, -, / y, etcétera.
  2. Problemas con tablas de itinerarios, cálculo mental, señas y direcciones.
  3. Buena Capacidad en materias como ciencias y geometría, hasta que se requiere el uso de las matemáticas.
  4. Dificultad con los conceptos abstractos del tiempo y dirección.
  5. Incapacidad para realizar planificación financiera o presupuestos.
  6. Problemas para comprender y recordar conceptos, reglas, fórmulas y secuencias matemáticas.
  7. Dificultad para llevar la puntuación durante los juegos.
  8. Errores en las operaciones aritméticas.
  9. Razonamiento erróneo en la solución de problemas matemáticos.
  10. Dificultades para la realización de cálculo mental.
  11. Confusiones entre números por su forma (el 6 por el 9) o sonido semejante, (el seis por el siete).
  12. Inversiones numéricas (69 por 96 o 107 por 701).
  13. Errores en la seriación numérica, como la repetición de números.
Causas
  • La discalculia, al igual que la dislexia, puede ser causada por un déficit de percepción visual o problemas en cuanto a la orientación.
  • Predisposición genética.
  • Distintas anormalidades neurológicas, como asfixia perinatal.
  • Variables ambientales en la escuela.
  • También puede deberse porque existen otras funciones comprometidas como es el caso del trastorno por déficit de atención (TDA), en el cual hay deficiencias en el procesamiento lingüístico, la memoria de trabajo verbal o visoespacial y la función ejecutiva. 

Consecuencias
  • Deterioro de la autoestima del menor al tener un desempeño escolar deficiente.
  • Abandono escolar.
  • Discriminación de los pares.
Recomendaciones
  1. Lo más importante es el amor, la comprensión, la paciencia y tratar al niño con discalculia igual que cualquier otro.
  2. Dar ejemplos e intentar relacionar los problemas matemáticos a situaciones de la vida real.
  3. Darles tiempo suficiente a los niños para resolver problemas y operaciones matemáticas, dándoles estrategias cognitivas que les faciliten el cálculo mental y el razonamiento visual.
  4. Especialmente se aconseja a los maestros adaptar los aprendizajes a las capacidades del alumno tomando en consideración sus canales de percepción de la información.
  5. Proporcionar hojas de trabajo que no tengan amontonamiento visual.
  6. Que el menor lea problemas en voz alta para percatarse si comprendió bien lo que se le pide.
  7. Usar música o ritmos para ayudar al niño a la memorización.
En lo que refiere el tratamiento para un menor con discalculia, éste debe ser personal y de preferencia con un terapeuta calificado en la materia.  Sin embargo, tanto los maestros como los padres pueden ayudar de manera significativa a que el niño supere el problemas a través de ejercicios atractivos que predispongan al razonamiento, siempre de acuerdo al grado de afectación con las finalidad es que adquiera la destreza en el empleo de relaciones cuantitativas.

lunes, 18 de noviembre de 2019

DISLEXIA

la dislexia es una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emocional.  Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica.  

Es un problema de índole cognitivo que afecta aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, particularmente el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de orden y la secuenciación.

Clasificación de la Dislexia

  1. Dislexia evolutiva
  2. Dislexia Madurativa
  3. Dislexia Adquirida.
Síntomas de la Dislexia

Etapa preescolar (3 a 6 años)
  • Historia familiar de problemas disléxicos (padres, hermanos u otros familiares).
  • Retraso en aprender a hablar con claridad.
  • Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
  • Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas, por ejemplo: los colores.
  • Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
  • Alternancia de días buenos o malos en el trabajo escolar, sin razón aparente.
  • Aptitud para la construcción de objetos y juguetes "técnicos" como juegos de bloques, lego, etc. (mayor habilidad manual que lingüística, que aparecerá típicamente en las pruebas de inteligencia).
  • Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar.
  • Dificultad con las palabras rimadas.
  • Dificultades con las secuencias.
  • Se presentan dislalias, omisión y confusión de fonemas: además, hay pobreza de vocabulario y expresión, así como poca comprensión, inversión de letras y números
Etapa de 6 a 9 años
  • Particular dificultad para leer y escribir.
  • Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección u orientación inadecuada.
  • Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
  • Dificultad para aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar; en general, para retener secuencias, como los días de la semana, los dedos de la mano, los meses del año.
  • Falta de atención y concentración.
  • Frustración, posible inicio de problemas de conducta.
Etapa de 9 a 12 años
  • Continuos errores en lectura, lagunas en comprensión lectora.
  • Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las mismas.
  • Desorganización en casa y en la escuela.
  • Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
  • Dificultad para seguir instrucciones orales.
  • Aumento de la falta de autoconfianza e incremento de la frustración.
  • Problemas de comprensión del lenguaje oral e impreso.
  • Problemas conductuales: impulsividad, corto margen de atención e inmadurez.
Etapa de los 12 años
  • Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
  • Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos; a veces, permanencia de las omisiones, alteraciones y adiciones de la etapa anterior.
  • Dificultad para planificar y narrar relatos y composiciones escritas en general.
  • Tendencia a confundir las instrucciones verbales y los números de teléfono.
  • Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
  • Baja autoestima.
  • Dificultad para la percepción del lenguaje; por ejemplo, en seguir instrucciones.
  • Baja comprensión lectora.
  • Aversión a la lectura y escritura.
Recomendaciones:

Es de vital importancia reconocer que cada niño sigue su propio ritmo en el desarrollo del lenguaje; sin embargo, la observación pueden ser una alerta de que algo no marcha bien al considerar algunos signos tales como:
  1. De los 0 a los 12 meses: silencioso y no balbucea en los primeros meses.
  2. Entre los 12 y 14 meses: no comprende órdenes sencillas (señalar con el dedo algo que se le nombra, negar con la cabeza, decir adiós con la mano); además, no desarrollo el habla espontánea.
  3. Dos años: no pronuncia palabra parecidas a las del lenguaje establecido.
  4. Tres años y medio: El habla no puede ser entendida por personas que no forman parte de su núcleo familiar.
Si se observa alguno de estos puntos es conveniente consultar al pediatra o especialista.

Es importante tener en cuenta que el vocabulario y desarrollo de conceptos continúa durante los años escolares.  Se les enseña a leer y escribir, y mientras maduran los alumnos, la compresión y el uso del lenguaje se hace más complejo.  Las destrezas para la comunicación están al centro de la experiencia educativa.

miércoles, 9 de octubre de 2019

NO HAY EXCUSA PARA LOS MALOS TRATOS EN LA FAMILIA.

Está claro que no hace falta que miremos muy lejos para saber que la violencia ha invadido nuestra sociedad.  De hecho, hay muchos casos por todo el mundo que nunca serán titulares mediáticos.

Hay familias que, en sus propios hogares, se ven desgarradas por una violencia sin sentido cuando muchas personas optan por ella como el medio principal de comunicarse entre sí.  Opción que tiene repercusiones grandes y muy destructivas para individuos de todas las edades, así como para sus familias.

El silencio prolonga el ciclo de la violencia doméstica y no conduce a cambiar la situación.  Todas las comunidades deben esforzarse por ayudar a las familias a detener los malos tratos y contribuir a crear ambientes más seguros para niños, adolescentes y adultos.

Por supuesto, es obvio que vivimos en la era de la violencia.  Nuestros sentidos están bombardeados por lo que transmiten las noticias, la música, la televisión y otros medios de comunicación.  Muchas personas son blancos de la violencia.

Las victimas que más conmueven nuestros corazones son las mujeres y los niños.  Es cierto que también hay hombres que sufren malos tratos y violencia, pero en cifras menores, lo que en parte puede deberse a que no lo denuncian en la misma medida.  Independientemente de quién sea la víctima, la violencia doméstica o familiar es incompatible con el plan de Dios para la familia.

IDENTIFICA SI EN TU RELACIÓN:


  1. tu pareja te insulta y reprocha
  2. te agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.
  3. busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar, te llena de obsequios y se muestra muy complaciente.
  4. tiene celos de amistades, compañeros (as) de trabajo o familiares.
  5. ha insistido en saber con quién estabas.
  6. te ha hecho "escenitas"
  7. se ha quedado en silencio por enojo.
  8. te ha presionado para hacer dietas o ejercicios.
  9. te ha amenazado con suicidarse.
  10. te ha revisado tus pertenencias, tu diario o correo electrónico.
  11. te ha amenazado con dejarte.
  12. te ha tocado, besado o acariciado sin tu consentimiento.
  13. llama constantemente.
  14. registra el celular, cuentas de correo, redes sociales y conversaciones.
  15. controla la forma de vestir, horarios, actuar y amistades.
  16. ignorarte o responsabilizarte por su mal humor.
SI TU PAREJA PRESENTA ACTITUDES VIOLENTAS, ¡PRESTA ATENCIÓN! NO IGNORES O AGUANTES ESTÁS ACTITUDES.  AUNQUE SÓLO PASE OCASIONALMENTE Y TE PAREZCA QUE EL RESTO DEL TIEMPO TODO ESTÁ BIEN, LA VIOLENCIA ES UN FENÓMENO EN ESPIRAL; ES DECIR, LOS EPISODIOS VIOLENTOS SE VUELVEN CADA VEZ MÁS FRECUENTES E INTENSOS.  Y YA NO SON DE VEZ EN CUANDO.

EVITA JUSTIFICAR
algunos argumentos para justificar e ignorar que estás  en una relación violenta:

  • me cela porque me ama.
  • me llama a cada minuto es porque le importo.
  • quiere saber a dónde voy y con quién para cuidar de mi.
  • no permite que salga con mis amigos porque me quiere sólo para él.
  • autoriza o desautoriza como me visto porque cuida mi apariencia.
NO TE CONVIERTAS EN CÓMPLICE DE UNA SITUACIÓN QUE TE LASTIMA.

QUE HACER?

  1. contarle la situación a una persona de tu confianza y que te pueda ayudar (mamá, abuela, tía, amiga, prima, docente, orientadora, personal de salud).
  2. cuando salgas con él, avísale a una persona cercana a ti a dónde irán, con quién y a qué hora regresarás.
  3. lleva contigo teléfono celular, tarjeta telefónica, dinero e identificación.
  4. si la conducta violenta de él supera tu determinación de poner un alto, haz valer tus derechos, acude a la autoridad competente y denuncia los hechos.
  5. de ser necesario, pide ayuda a un profesional especializado en estos casos.
  6. aléjese siempre de los sitios donde pueda haber armas u objetos corto punzantes.
  7.  haga copia y guarde en un sitio seguro, documentos legales que considere importantes.
  8. si es posible haga copia de sus llaves de la casa, ropa para usted y sus hijos y algo de dinero, si los tiene guardados fuera de su hogar no tendrá que regresar cuando haya tenido que salir de emergencia.
  9. recuerde usted no está sola y que el personal de los centro de salud puede y debe ayudarla.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Los niños y la tecnología: consejos para propiciar un ambiente tecnológico sano


Los juegos de barrio, montar en bicicleta y en patines por la cuadra, y todas aquellas actividades tan propias de la niñez que están en el imaginario de las generaciones que las vivieron, se ven hoy con mayor frecuencia reemplazadas por la televisión, las tabletas, los videojuegos, el Internet, los teléfonos móviles y otras tecnologías que disminuyen considerablemente la actividad motora en los niños, pero que, a su vez, les permite abrir una ventana al conocimiento en diversos temas. Este tema ha puesto en la agenda el debate sobre cómo deben los padres afrontar correctamente esta realidad inminente.
Estos son algunos consejos para el manejo de las pantallas con los hijos.
  • Ponga límites: Sus hijos necesitan y esperan tener límites, por lo que es fundamental fijarlos. Además hay que mantenerse al tanto sobre qué tipo de plataformas, videojuegos, páginas y aplicaciones visitan, con quiénes interactúan virtualmente y cuáles son sus comportamientos en la red.


  • Promueva las zonas libres de dispositivos tecnológicos: Restrinja el uso de cualquier tipo de tecnología a la hora de las comidas y demás encuentros familiares y sociales. Recargue los dispositivos de su hijo durante la noche y fuera de la habitación del niño, de esta manera evitará la tentación de usarlo cuando debe estar durmiendo.


  • Eduque a sus hijos sobre las reglas básicas de privacidad virtual y las personas malintencionadas que rondan por Internet: Aunque para algunos padres resulte difícil explicarles a los niños sobre los peligros que hay día a día en Internet, es importante que ellos sepan en detalle con qué se pueden encontrar en la red para que tengan claro los riesgos que conlleva la delincuencia cibernética. También es importante que se les inculque cómo ser una cibernauta responsable y consciente.


  • Descarte completamente a la tecnología como técnica pacificadora: No cometa el error de calmar las reacciones fuertes y los berrinches de sus hijos valiéndose de los dispositivos. Si bien estos pueden tranquilizarlos y distraerlos, deben considerarse como una de las últimas opciones, ya que lo adecuado es enseñarles cómo autocontrolarse, a crear diferentes actividades para controlar el aburrimiento, a resolver los conflictos a través del diálogo y a encontrar otras estrategias para canalizar las emociones.
El uso desmedido de medios electrónicos trae consigo considerables efectos negativos en la conducta, el rendimiento escolar y la salud de los niños y también puede disminuir el tiempo destinado a otras actividades importantes para un desarrollo normal.



miércoles, 4 de septiembre de 2019

¿QUE DEBE SABER UN NIÑO DE 4 AÑOS?

¿QUE DEBE SABER UN NIÑO DE 4 AÑOS?

Hace poco, en un foro sobre la educación de los hijos, leí una entrada de una madre preocupada porque sus hijos, de cuatro años y año y medio, no sabían lo suficiente. "¿Qué debe saber un niño de cuatro años?", preguntaba.

Las respuestas que leí me llamaron mucho la atención. Una madre indicaba una lista de todas las cosas que sabía su hijo. Contar hasta 100, los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente. Otras presumían de que sus hijos sabían muchas más cosas, incluso los de tres años. Algunas incluían enlaces a páginas con listas de lo que debe saber un niño a cada edad. Solo unas pocas decían que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y que no hay que preocuparse.

Pensé que probablemente la respuesta de esas mujeres a una madre angustiada fuera añadirle más preocupación. Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en edad preescolar se han convertido en trofeos de los que presumir. Pero atención!!! La infancia no debe ser una carrera que arroja por resultado niños ganadores y niños perdedores.

Alicia Bayer, una mujer norteamericana que se interesa por los temas de infancia y educación, hace una lista de aquellas cosas importantes que debe saber un niño/a de 4 años. Me pareció hermosa y la comparto:

1.Debe saber que lo quieren por completo, incondicionalmente y en todo momento.

2. Debe saber que está a salvo y además cómo mantenerse a salvo en lugares públicos, con otra gente y en distintas situaciones. Debe saber que tiene que fiarse de su instinto cuando conozca a alguien y que nunca tiene que hacer algo que no le parezca apropiado, se lo pida quien se lo pida. Debe conocer sus derechos y que su familia siempre lo va a apoyar.

3. Debe saber reír y utilizar su imaginación. Debe saber que nunca pasa nada por pintar el cielo de color naranja o dibujar gatos con seis patas.

4. Debe saber lo que le gusta y tener la seguridad de que se le va a dejar dedicarse a ello. Si no le apetece nada aprender los números, sus padres tienen que darse cuenta de que ya los aprenderá, casi sin querer, y dejar que en cambio se dedique a las naves espaciales, los dinosaurios, a dibujar o a jugar en el barro.

5. Debe saber que el mundo es mágico y él también. Debe saber que es fantástico, listo, creativo, compasivo y maravilloso. Debe saber que pasar el día al aire libre haciendo collares de flores, pasteles de barro y casitas de cuentos de hadas es tan importante como aprender los números. Mejor dicho, mucho más.

PERO MÁS IMPORTANTE ES LO QUE DEBEN SABER LOS PADRES:

1.Que cada niño aprende a andar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en absoluto en cómo de bien ande, hable, lea o haga cálculos después.

2. Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro no son los manuales, ni las guarderías elegantes, ni los juguetes caros, sino que mamá o papá dediquen un rato cada día o cada noche (o ambos) a compartir momentos de juego, lectura, dibujos y risas con sus hijos.

3. Que ser el niño más listo o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Estamos tan obsesionados por tratar de dar a nuestros hijos todas las "ventajas" que lo que les estamos dando son unas vidas tan pluriempleadas y llenas de tensión como las nuestras. Una de las mejores cosas que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada.

4. Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y, lo más importante, libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de nuestros hijos y no los echarían de menos, pero algunos son importantes: juguetes creativos como los LEGO y los de encastre, una buena cantidad de témperas y plastilinas, los instrumentos musicales, los disfraces, y libros y más libros. Necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas, amasar pan y ponerlo todo perdido, usar pintura, plastilina y purpurina en la mesa de la cocina mientras hacemos la cena aunque lo salpiquen todo, tener un rincón en el jardín en que puedan arrancar la hierba y hacer un cajón de barro.

5. Que nuestros hijos necesitan tenernos más. Hemos aprendido tan bien eso de que necesitamos cuidar de nosotros mismos que algunos lo usamos como excusa para que otros cuiden de nuestros hijos. Claro que todos necesitamos tiempo para un baño tranquilo, ver a los amigos, un rato para despejar la cabeza y, de vez en cuando, algo de vida aparte de los hijos. Pero vivimos en una época en la que las revistas para padres recomiendan que tratemos de dedicar 10 minutos diarios a cada hijo y prever un sábado al mes dedicado a la familia. ¡Qué horror! Nuestros hijos necesitan la Nintendo, los ordenadores, las actividades extraescolares, las clases de ballet, fútbol e inglés mucho menos de lo que nos necesitan a NOSOTROS. Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, unas madres que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías con ellos. Necesitan que demos paseos con ellos en las noches de primavera sin importarnos que el pequeñajo vaya a 150 metros por hora. Tienen derecho a ayudarnos a hacer la cena aunque tardemos el doble y trabajemos el doble. Tienen derecho a saber que para nosotros son una prioridad y que nos encanta verdaderamente estar con ellos.

Mucho para reflexionar como padres, educadores, o desde el lugar que nos toque en contacto con uno de los tesoros más preciosos: LA INFANCIA.

jueves, 22 de agosto de 2019

Cómo educar a los hijos para un futuro exitoso

Educar hijos es hoy más desafiante que nunca.  Modelar el carácter de un niño es aún más urgente debido a que los hijos se enfrentar a diario con ideas que parecen opuestas a las de sus padres.

En nuestros días los niños son bombardeados con mensajes de los más variados por los medios de comunicación, Internet, otros adultos y sus compañeros.  Estos mensajes confusos llegan a nuestros hijos por un camino que los vuelve insensibles a muchos males sociales como la violencia, la inmoralidad, los malos tratos y la discriminación.

Las estadísticas sobre homicidio adolescente, acoso escolar (bullying), tiroteos en las escuelas, suicidios, abuso de drogas y alcohol reflejan cambios importantes en la condición de la infancia.  En el contexto actual, a los niños les resulta mucho más difícil aprender lecciones de autocontrol, autoestima y empatía hacia los demás.

Los niños de hoy son más propensos a la depresión, la ansiedad y la conducta compulsiva.  Al mismo tiempo, existen más presiones económicas sobre los padres, quienes trabajan cada vez más horas y más duramente, lo que les deja menos tiempo para pasarlo con sus hijos.

A pesar de estos desafíos, los padres son todavía la mejor protección ante la posibilidad de que sus hijos caigan en drogas y alcohol, el sexo prematrimonial y los desórdenes alimenticios.  Los padres que diariamente asumen un papel activo en la educación de sus hijos cosecharán finalmente la recompensa de ver cómo se convierten en adultos sanos y responsables.

Aunque la labor de criarlos no es una ciencia exacta y carece de garantías, los padres que dedican tanto tiempo como pueden a estar con sus hijos tendrán más probabilidades de influir en ellos y prepararlos para la edad adulta.

Hay veces en que ser padre parece una tarea insignificante, especialmente cuando uno está cambiando pañales, limpiando, o discutiendo sobre la hora límite para volver a casa y sobre lo desordenada que está la habitación de sus hijos.  Sin embargo, ser padre es una de las ocupaciones más importantes y delicadas encomendadas a los seres humanos.

Considérese la relevancia de criar a un hijo no solo para que sea obediente, sino para que crezca y adquiera un carácter maduro y una autoestima saludable, de manera que sepa gestionar sus emociones y relacionarse positivamente con los demás.  Educar a los hijos es una tarea sumamente importante.

Los padres deben identificarse con los sentimientos de sus hijos.  Debieran usar las emociones negativas y positivas como oportunidades para enseñar a sus hijos importantes lecciones sobre la vida y construir una relación más estrecha con ellos.

Los padres pueden convertirse en entrenadores emocionales de sus hijos siguiendo algunos de estos pasos:

  1. Sé consciente de las emociones de tu hijo.  Todas ellas son una oportunidad para una relación más estrecha con él y para impartirle enseñanzas.
  2. Escúchale atentamente.  Los padres deben aprender a escuchar a sus hijos y a identificar sus sentimientos.  Tu actitud hacia ellos es esencial para ayudarlos a que lleguen a ser adultos emocionalmente inteligentes y responsables.  Asegúrate de que tu lenguaje no sea crítico, juzgador ni culpabilizador.
  3. Ayuda a tus hijos a encontrar formas de reconocer las emociones que sienten.  A veces el niño puede llorar, golpear o dar fuertes pisotones y esto se interpreta normalmente como ira.  Sin embargo, la mayoría de las veces estos accesos de ira son solo expresiones de lo que hijo realmente está experimentando.  En lugar de enojarte con tu hijo y gritarle o increparle, pregúntale qué siente y proporciónale palabras que definan sus sentimientos como triste, frustrado, ansioso o molesto.
  4. Marca límites mientras buscas soluciones al problema en cuestión.  Los hijos necesitan padres que establezcan límites claros que resulten apropiados para su edad.  Ellos confían en esta orientación tanto en la infancia como en la adolescencia.  Empiezan a pedir independencia desde muy temprano, pero el padre que se la da de manera ilimitada no le hace a su hijo un favor.  Más bien, crea confusión e inseguridad en el niño.  Por otra parte, un padre demasiado controlador que no permite a su hijo ejercer algún grado de independencia obstaculiza su desarrollo.  
Se ha de respetar a los hijos, reconocer que tienen sus propios puntos de vista y darles la oportunidad de tomar decisiones.

Padres, recuerden que las acciones hablan más que las palabras.  Los hijos observan todo lo que hacen sus padres.  Toman nota de ello y más tarde imitan cómo viven sus vidas los adultos que se relacionan con ellos, qué hacen y cómo tratan a quienes los rodean.

"NO DEBEMOS SOLO PRACTICAR LO QUE PREDICAMOS, SINO TAMBIÉN PREDICAR LO QUE PRACTICAMOS"

miércoles, 14 de agosto de 2019

¿Por qué los niños no deben comenzar a leer y a escribir antes de los 6 años?


¿Por qué los niños no deben comenzar a leer y a escribir antes de los 6 años?

Cuando nuestros hijos comienzan el segundo ciclo Educación Infantil, lo más común a todo nuestro alrededor tanto padres amigos como familiares, es que cuando está ciclo ha terminado el niño sepa leer y escribir.

Con lo cual en muchas ocasiones convertimos la infantil en una pre primaria, es necesario que nuestros hijos aprendan a leer escribir antes de esa edad.

«La correcta armonía en la ejecución de los movimientos permitirá que las otras estructuras cerebrales, las que organizan lo emocional y lo mental, se vayan activando con buen equilibrio»  
Por tanto es fundamental que la evolución, coordinación y madurez se realice correctamente para que el aprendizaje de la lectura se realice con éxito.

Los requisitos madurativos necesarios para iniciar el proceso de aprender a leer, que según Jordi Catalán son los siguientes:

1. Tener una movilidad adecuada. Para aprender a leer es fundamental que el niño se pueda mover adecuadamente, que tenga buena coordinación de los movimientos.

2. Dominar y controlar los movimientos. Para que el aprendizaje de la lectura y la comprensión lectora se desarrollen con éxito es fundamental el dominio y control de los movimientos.

3. Poseer una organización visual correcta. En el proceso de aprendizaje de la lectura es fundamental poseer una buena visión, con buenos movimientos visuales y una buena coordinación del movimiento fino.

4. Adquirir un vocabulario rico y maduro. En el proceso de aprendizaje de la lectura también es importante que el niño adquiera un nivel adecuado de vocabulario y que sea capaz de expresar las ideas con claridad.

5. Desarrollar la capacidad de escucha.  Cuando estamos leyendo, nos estamos escuchando. Por esta razón es importante que el niño sea capaz de escucharse a sí mismo.

6. Desarrollar una lateralización adecuada. En el proceso de aprendizaje de la lectura también es importante tener una lateralidad bien definida.

7. Tener motivación. Para aprender a leer, también es fundamental la motivación, las ganas por aprender, por saber más.

8. Seguir un buen método de aprendizaje. El sistema de aprendizaje para aprender a leer tiene que ser el adecuado para la capacidad madurativa del niño.

Consecuencias de aprender a leer y escribir antes de tiempo:

Falta de motivación frente a la lectura y la escritura.

Aumento de las faltas de ortografía en un futuro cercano debido a un mal aprendizaje.

Rechazo y bloqueo frente al propio aprendizaje debido a que esté en su mayoría se realiza mediante lectura y escritura.

Desencadena un sentimiento fuerte de frustración.

Disminución de su autoestima
Sentimiento de inferioridad frente a sus compañeros.

Pérdida de interés por la lectura y la escritura en general.

Miedo y ansiedad.

Como resumen diremos que no hay edad concreta para empezar el proceso de lectura, lo ideal sería evaluar y diagnosticar el estado madurativo de cada uno de los niños con el fin de establecer un momento idóneo para desarrollar estos aprendizajes. 

Si bien en nuestro sistema educativo la masificación de las aulas y el trabajo que tienen los maestros es una tarea bastante complicada. Por lo cual debemos de apoyarnos en su criterio y apoyar su trabajo desde nuestra casa.

lunes, 5 de agosto de 2019

¿Qué hijos le dejamos a nuestro mundo?

La pregunta real es ésta. No es la típica “¿Qué mundo le dejamos a nuestros hijos?”. Por el mundo nuestras dos manos no dan como para cambiar casi nada importante, pero sí dan como para asegurarnos que a los hijos les damos la EDUCACIÓN, los valores y los principios con los que salgan al mundo y lo hagan un poco mejor.

El mundo que vendrá, la sociedad futura, los harán los niños de ahora. Si educamos y formamos a nuestros hijos con valores y moral adecuada, tendremos mayores posibilidades de que creen y formen una sociedad mejor, que vivan en un mundo mejor.
Si por el contrario, abandonamos su educación persistiendo en el error de que quien debe educar es la escuela y nosotros nos dedicamos a dar cobijo, abrigo, alimento y algo de cariño, si nos da tiempo nuestra ajetreada vida, entonces preparémonos. Habrá otro mundo distinto al que soñamos para ellos cuando nacieron.


A mí me gustaría que mis hijos  y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama “buena gente“. Porque si son buena gente harán un mundo bueno.
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más por darles una buena formación:
– que sepan distinguir el bien del mal,
– que no digan que todo vale,
– que piensen en los demás,
– que sean generosos. . . .
En estos puntos suspensivos puedes poner todas las cosas buenas que se te ocurran. 
Me parece clave el aspecto de la responsabilidad máxima de los padres para educar a sus hijos. De ellos, nosotros, depende la solidez de los cimientos éticos, morales, culturales, de relación con sus congéneres, con la naturaleza, etc. Será la base sobre la que los niños irán construyendo su propia estructura mental, creando sus esquemas y formando su criterio. De ahí saldrán sus propias ideas y deseos, que pueden diferir de los de sus padres, quienes debemos guiarlos.
También es cierto, que colaboran en la educación otros como son el colegio, la familia y resto de la sociedad, ya sea directa o indirectamente. Y parece que no somos conscientes de ello en la mayoría de las ocasiones.
Con gestos tan simples y cotidianos como tirar un papel al suelo, cruzar a pie por zonas indebidas o con el semáforo en rojo, no respetar el paso de personas con dificultad de movimiento, no ser amables y educados con los demás, ser agresivos al volante… y un sinfín de situaciones que hacemos a los ojos de unos niños que están absorbiendo como esponjas todo lo que ven y oyen. Ese tipo de conductas se van grabando en su casi vacío disco duro y servirán como ejemplo de comportamiento futuro.
Depende de nosotros, de todos, que esos discos duros no se llenen de “malware“, es decir, que las guías de comportamiento, las estructuras morales, éticas, etc. sean las adecuadas. De esta forma, tendremos muchas posibilidades de que el mundo futuro, el mundo que vivirán nuestros hijos, será, al menos, un poquito mejor.

Licda. Yoliani Rojas

sábado, 13 de julio de 2019

Niños Vacíos

NIÑOS VACÍOS.

Hay una tragedia silenciosa que se está desarrollando hoy por hoy en nuestros hogares, y concierne a nuestras más preciosas joyas: nuestros hijos. ¡Nuestros hijos están en un estado emocional devastador! En los últimos 15 años, los investigadores nos han regalado estadísticas cada vez más alarmantes sobre un aumento agudo y constante de enfermedad mental infantil que ahora está alcanzando proporciones epidémicas:

Las estadísticas no mienten:

• 1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental
• Se ha notado un aumento del 43% en el TDAH
• Se ha notado un aumento del 37% en la depresión adolescente
• Se ha notado un aumento del 200% en la tasa de suicidios en niños de 10 a 14 años

¿Qué es lo que está pasando y qué estamos haciendo mal?

Los niños de hoy están siendo sobre-estimulados y sobre-regalados de objetos materiales, pero están privados de los fundamentos de una infancia sana, tales como:

• Padres emocionalmente disponibles
• Limites claramente definidos
• Responsabilidades
• Nutrición equilibrada y un sueño adecuado
• Movimiento en general pero especialmente al aire libre
• Juego creativo, interacción social, oportunidades de juego no estructurados y espacios para el aburrimiento

En cambio, estos últimos años se los ha llenado a los niños de:

• Padres distraídos digitalmente
• Padres indulgentes y permisivos que dejan que los niños "gobiernen el mundo" y sean quienes pongan las reglas
• Un sentido de derecho, de merecerlo todo sin ganárselo o ser responsable de obtenerlo 
• Sueño inadecuado y nutrición desequilibrada
• Un estilo de vida sedentario
• Estimulación sin fin, niñeras tecnológicas, gratificación instantánea y ausencia de momentos aburridos

¿Qué hacer?

Si queremos que nuestros hijos sean individuos felices y saludables, tenemos que despertar y volver a lo básico. ¡Todavía es posible! Muchas familias ven mejoras inmediatas luego de semanas de implementar las siguientes recomendaciones:

• Establezca límites y recuerde que usted es el capitán del barco. Sus hijos se sentirán más seguros al saber que usted tiene el control del timón.
• Ofrezca a los niños un estilo de vida equilibrado lleno de lo que los niños NECESITAN, no sólo de lo que QUIEREN. No tenga miedo de decir "no" a sus hijos si lo que quieren no es lo que necesitan.
• Proporcione alimentos nutritivos y limite la comida chatarra.
• Pase por lo menos una hora al día al aire libre haciendo actividades como: ciclismo, caminata, pesca, observación de aves / insectos
• Disfrute de una cena familiar diaria sin teléfonos inteligentes o tecnología que los distraiga.
• Jueguen juegos de mesa como familia o si los niños son muy chiquitos para juegos de mesa, déjese llevar por sus intereses y permita que sean ellos quienes manden en el juego
• Involucre a sus hijos en alguna tarea o quehacer del hogar de acuerdo a su edad (doblar la ropa, ordenar los juguetes, colgar la ropa, desembalar los víveres, poner la mesa, dar de comer al perro etc.)
• Implemente una rutina de sueño consistente para asegurar que su hijo duerma lo suficiente. Los horarios serán aún más importantes para los niños de edad escolar. 
• Enseñar responsabilidad e independencia. No los proteja en exceso contra toda frustración o toda equivocación. Equivocarse les ayudará a desarrollar resiliencia y aprenderán a superar los desafíos de la vida,
• No cargue la mochila de sus hijos, no lleve sus mochilas, no les lleve la tarea que se olvidaron, no les pele los plátanos ni les pele las naranjas si lo pueden hacer por sí solos (4-5 años). En vez de darles el pez, enséñeles a pescar. 
• Enséñeles a esperar y a retrasar la gratificación. 
• Proporcione oportunidades para el "aburrimiento", ya que el aburrimiento es el momento en que la creatividad despierta. No se sienta responsable de mantener siempre a los niños entretenidos.
• No use la tecnología como una cura para el aburrimiento, ni lo ofrezca al primer segundo de inactividad.
• Evite el uso de la tecnología durante las comidas, en automóviles, restaurantes, centros comerciales. Utilice estos momentos como oportunidades para socializar entrenando así a los cerebros a saber funcionar cuando estén en modo: "aburrimiento"
• Ayúdeles a crear un "frasco del aburrimiento" con ideas de actividades para cuando están aburridos. 
• Esté emocionalmente disponible para conectarse con los niños y enseñarles auto-regulación y habilidades sociales:
• Apague los teléfonos por la noche cuando los niños tengan que ir a la cama para evitar la distracción digital.
• Conviértase en un regulador o entrenador emocional de sus hijos. Enséñeles a reconocer y a gestionar sus propias frustraciones e ira.
• Enséñeles a saludar, a tomar turnos, a compartir sin quedarse sin nada, a decir gracias y por favor, a reconocer el error y disculparse (no los obligue), sea modelo de todos esos valores que inculca.
• Conéctese emocionalmente - sonría, abrace, bese, cosquillee, lea, baile, salte, juegue o gatee con ellos.

Una Sociedad Sin Padres


 Los padres están tan concentrados a veces sobre sí mismos, su trabajo y su realización que se olvidan hasta de la familia.

Vivimos en una sociedad que parece olvidar a sus hijos y que van por la vida persiguiendo sus sueños de toda la vida. A menudo, olvidan hasta tener tiempo para sí mismos, para vivir el amor propio y el amor por los demás.

"Los padres están tan concentrados a veces sobre sí mismos, sobre su trabajo y su realización individual que se olvidan hasta de la familia", Es lo que expresó el Papa Francisco en una de sus catequesis realizadas en la Ciuda del Vaticano. 

Una sociedad sin padres


Padre es una palabra universal, conocida por todos. Indica una relación fundamental cuya realidad es tan antigua como la historia del hombre.

Sin embargo, en nuestros días, se ha llegado a hablar de una sociedad sin padres. En otros términos, en particular en la cultura occidental, la figura del padre, simbólicamente, estaría ausente, como desvanecida.

En un primer momento este dato se percibió como una liberación, liberación del padre-patrón, del padre como representante de la ley que se impone desde fuera, del padre como censor de la felicidad de los hijos y como obstáculo a la emancipación y autonomía de los jóvenes.

En efecto en el pasado en algunas casas reinaba el autoritarismo, en algunos casos incluso la vejación: padres que trataban a sus hijos como si fueran sus siervos, sin respetar las exigencias personales de su crecimiento; padres que no les ayudaban a emprender su camino con libertad, a asumir sus responsabilidades para construir su futuro y el de la sociedad.

Y como sucede a menudo, hemos pasado de un extremo a otro. El problema de nuestros días ya no es tanto la presencia invasora de los padres, sino su ausencia.

Los padres están tan concentrados a veces sobre sí mismos, sobre su trabajo y su realización individual que se olvidan hasta de la familia. Y dejan solos a los niños y a los jóvenes.
Heridas causadas por la ausencia del Padre.

Ahora, en este camino común de reflexión sobre la familia quisiera decir a todas las comunidades cristianas que tenemos que estar más atentos: la ausencia de la figura paterna en la vida de los pequeños y los jóvenes causa lagunas y heridas que pueden llegar a ser muy graves.

Y, efectivamente, las desviaciones de los niños y los adolescentes pueden, en buena parte, reconducirse a esta ausencia, a la carencia de ejemplos y guias en la vida de todos los días, a la falta de cercanía, a la falta de amor de sus padres.

Hijos que se sienten huérfanos


El sentimiento de orfandad que viven hoy muchos jóvenes es más profundo de lo que pensamos. 

Se sienten huérfanos en la familia porque a menudo los papás están ausentes, incluso físicamente, de casa, pero sobre todo porque cuando están en ella no se portan como padres, no hablan con sus hijos, no les dan con su ejemplo acompañado por sus palabras, esos principios, esos valores, esas normas de vida que necesitan tanto como el pan...

Algunas vecesparece que los padres no saben muy bien cual es su sitio en la familia y cómo educar a sus hijos. Y, entonces, ante la duda, se abstienen, se retiran y descuidan su responsabilidad, refugiándose a veces en una improbable relación ´´de igual a igual´´ con sus hijos.

Pero también la comunidad civil, con sus instituciones tiene una cierta responsabilidad con los jóvenes, una responsabilidad que a veces descuida o ejerce mal, dejándolos también huérfanos sin proponerles una perspectiva verdadera.

Ídolos que roban el corazón


Así, los jóvenes se convierten en huérfanos de caminos seguros que recorrer, huérfanos de maestros de los que fiarse, húerfanos de ideales que calienten el corazón, de valores y de esperanzas que los sostengan.

 Los llenan, en cambio, de ídolos pero les roban el corazón; les empujan a soñar con diversiones y placeres, pero no les dan trabajo; se les ilude con el dios-dinero, negándoles la riqueza verdadera.

Por eso, nos hará bien a todos, padres e hijos, volver a escuchar la promesa que Jesús hizo a sus discípulos: "No os dejaré huérfanos".

El es, efectivamente, el Camino que recorrer, el Maestro que escuchar, la Esperanza de que el mundo puede cambiar, de que el amor vence al odio, de que puede haber un futuro de fraternidad y esperanza para todos.

Si esta vez había abordado sólo los aspectos más criticables de la figura del padre en la próxima catequesis hablaría de la belleza de la paternidad.

Por eso, he elegido empezar por la oscuridad para llegar a la luz. Que el Señor nos ayude a entender bien estas cosas.

Licda. Yoliani Rojas

martes, 18 de junio de 2019

DEPRESIÓN INFANTIL

DEPRESIÓN INFANTIL

La depresión ya ha dejado de ser una enfermedad solo de adultos.Actualmente cada vez más hay niños diagnosticados con trastornos depresivos. ¿A qué signos y síntomas debemos estar alerta los padres para actuar precozmente?

La depresión infantil se define como un desorden caracterizado por una alteración en el estado de ánimo acompañado de un comportamiento notorio a nivel escolar, en el hogar y en entorno del niño.  Respecto de su prevalencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que un 3% de la población infantil sufre depresión.


Síntomas: Según la Clasificación Internacional De Enfermedades, el diagnóstico de depresión infantil incluye los siguientes criterios:

El comienzo de la depresión puede ser súbito o gradual y diagnosticar la enfermedad puede ser difícil debido a que puede estar presente al mismo tiempo que otros trastornos, como la ansiedad o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
A pesar de que un niño puede presentar uno o más síntomas de depresión, generalmente se considera un trastorno depresivo si se observan 4 o más síntomas por un largo período de tiempo.
  • La duración del episodio depresivo debe ser, como mínimo, de dos semanas, y no relacionarse con el consumo de ninguna sustancia.
  • Humor depresivo: los niños y adolescentes pueden presentar un estado de ánimo deprimido o irritable.  Además, los más pequeños no son capaces de describir cómo se sienten, y suelen quejarse de molestias físicas imprecisas y mostrar una expresión facial triste o una escasa comunicación verbal.  También pueden tener un ánimo irritable, el cual manifiesta una conducta agresiva o acciones que demuestran agresividad.
Niña con depresión infantil
Ten presente que muchos de los síntomas descritos son características de otros tipos de problemas o trastornos. Si algunos de estos síntomas están presentes o tienes dudas, consulta al profesional.
  • Estado de ánimo irritable o depresivo
  • Pérdida de interés o placer
  • Aislamiento social
  • Agitación
  • Problemas de conducta/disciplina
  • Autoestima baja
  • Sentimientos de que no vale nada
  • Sentimientos de desesperación
  • Dificultad al concentrarse
  • Llanto frecuente
  • Quejas físicas
  • Subida o bajada de peso
  • Crecimiento y peso no apropiados
  • Cambio en apetito
  • Trastornos en el sueño
  • Cansancio
  • Conducta dirigida a lastimarse a sí mismo
  • Hablar acerca del suicidio o intentarlo.

Tratamiento de la depresión infantil

El tratamiento de la depresión infantil ante todo debe ser individualizado, adaptado a cada caso en particular y a la fase del desarrollo que se encuentra el niño, en base a: su funcionamiento cognitivo, su maduración social y su capacidad de mantener la atención.
Debe además involucrar de una manera activa a los padres, y realizar intervenciones hacia el entorno del niño (familiar, social y escolar). El tratamiento se divide en tratamiento de fase aguda y fase de mantenimiento. El tratamiento en Fase Aguda, incluye: Psicológico, Farmacológico y Combinado.

Las Terapias Psicológicas

  • Cognitivo-Conductual: se basa en la premisa de que el paciente deprimido tiene una visión distorsionada de sí mismo, del mundo y del futuro. Tales distorsiones contribuyen a su depresión y pueden identificarse y tratarse con esta técnica.
  • Conductual: se basa en la aplicación de técnicas de modificación conductual, manejo adecuado de situaciones, etc.
  • Psicodinámica.
  • Interpersonal
  • Familiar.
  • Grupal y de Apoyo.

El Tratamiento Farmacológico

Se basa en el uso de drogas como:
  • Antidepresivos Tricíclicos, para lo cual se requiere un EEG basal, y mediciones de tensión arterial, frecuencia cardíaca y peso.
  • Los Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina ISRS, son en la actualidad los más utilizados, por su eficacia, aparente bajo perfil de efectos colaterales, baja letalidad por sobredosis y fácil administración una vez al día.
  • El Tratamiento Combinado, que incluye fármacos y terapias psicológicas, ha demostrado ser lo más adecuado en la actualidad.
Así mismo, el Tratamiento en Fase de Mantenimiento va a depender del estado clínico del paciente, su funcionamiento intelectual, su sistema de apoyo, la presencia o no de estresores ambientales y su respuesta al tratamiento.
A modo de conclusión, en la actualidad la existencia de la depresión infantil es un hecho comúnmente aceptado por la comunidad científica especializada, por lo que ha cobrado gran importancia su estudio y tratamiento. Algunos han llegado a denominar a la depresión como la enfermedad del siglo XXI.
Este artículo es meramente informativo, en @psicoyoliani no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento por este medio. Te invitamos a acudir a un(a) psicólogo(a) para que trate tu caso en particular.  Deja tus comentarios o experiencias para compartir con otros que quizás pasen por circunstancias parecidas.