TRASTORNO DÉFICIT DE ATENCIÓN
El déficit de atención (TDA) es un trastorno neurológico del comportamiento, que a simple vista NO SE VE. Afecta entre un 5% y un 10% de la población infanto-juvenil, siendo tres veces más frecuente en varones.
Se caracteriza por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. Habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen atención o un esfuerzo mental sostenido, o que carecen de atractivo o novedad. Por ejemplo: escuchar al docente en clases, hacer tareas, leer textos largos o trabajar en tareas monótonas o repetitivas.
El TDA es una afección crónica y prolongada. De no tratarse apropiadamente, puede llevar a:
- Depresión, ansiedad y baja autoestima.
- Bajo rendimiento escolar.
- Problemas para conservar un trabajo.
- Problemas legales.
- Drogadicción y alcoholismo.
Los profesionales que pueden diagnosticar el TDA son:
- Psiquiatra, Paidopsiquiatra o Neurólogo: evaluación e intervención con medicación.
- Neuropsicólogo: evaluación sin tratamiento farmacológico.
- Psicólogo Clínico: evaluación e intervención con terapia.
Existen 3 subtipos de TDA según el Manual DSM-IV:
- Hiperactivo/Impulsivo:
- Inquietud, se mueve en el asiento.
- Se levanta cuando debería estar sentado.
- Corre y salta en situaciones inapropiadas.
- Dificultad para jugar tranquilamente.
- Habla mucho y contesta sin pensar.
- Responde antes de que finalice la pregunta.
2. Inatento:
- No atiende detalles, comete errores.
- Dificultad para mantener la atención.
- Sordera ficticia.
- No sigue instrucciones, no termina las tareas.
- Dificultad para organizarse.
- Evita tareas que requieren esfuerzo continuado.
- Olvida y pierde cosas necesarias para su actividad.
- Fácil distracción por estímulos externos.
3. Combinado:
- Incluye una combinación de los tipos anteriores y es el más común.
El niño con déficit de atención NO ES ASÍ POR QUE QUIERE. Se diagnostica a partir de los 6 años. El TDA no tiene cura.
No existen pruebas psicológicas específicas que diagnostiquen el TDA por si solas. Se usa una batería de pruebas que ayudan a obtener un diagnóstico completo.
Se necesita mucha información y observación para decidir si se trata de un cuadro de TDA solamente, TDA y otras condiciones acompañadas o si el niño no tiene TDA pero mantiene síntomas parecidos de otras condiciones como el abuso, maltrato, negligencia infantil; trastorno de estrés post traumático y trastornos depresivos o de ansiedad.
El diagnóstico y el manejo del TDA deben ser hechos integralmente. Hay tres pilares importantes:
- El niño y su familia: para los chicos, fortalecer su autoestima y resaltar áreas de éxito y fortalezas. Los padres deben recibir educación sobre el TDA y técnicas de crianza positiva.
- La escuela: el apoyo y comprensión de la condición del niño en su colegio es vital. Las mejores adecuaciones en un salón de clases nacen del sentido común, cariño y entrega de su maestro.
- Profesionales: Paidopsiquiatras, neurólogos, pediatras, psicólogos, terapeutas ocupacionales y la red de apoyo en la comunidad son un equipo multidisciplinario que debe acompañar a la familia y al niño a lo largo de su tratamiento.
PARA PADRES:
- Mejore su autoestima: resalte lo especial en su hijo y dígaselo, utilice mensajes positivos, crea en él, enseñe a descubrir sus capacidades, ayúdelo a aceptar sus propias limitaciones y acéptelo.
- Motive su aprendizaje: si el niño mejora felicítelo, cree un hábito de estudio, estimule sus habilidades naturales, muéstrese compresivo y colaborador con los profesores.
- Incremente conductas deseables con refuerzo positivo: felicite al niño inmediatamente cuando tenga un conducta adecuada, evite los castigos continuos, preste una atención positiva, mantenga contacto físico con él, identifique cuáles son las recompensas y privilegios adecuados a su hijo.
- Adecue las reglas: simplifique las reglas de la casa o lugar donde se encuentre, ayude al niño a hacer las cosas paso a paso, asegúrese de que sus instrucciones son comprendidas, utilice un sistema de puntos sencillos con las principales normas que quiere que cumpla y dele un punto o una ficha cada vez que lo realice.
- Enséñele a ser organizado: utilice listas de normas que estén a la vista y sean llamativas, coloque horarios y calendarios en lugares que frecuente su hijo, cree rutinas diarias, regálele una agenda para organizarse y recordar cosas positivas.
PARA MAESTROS:
- La ubicación siempre debe ser lo más cerca del maestro y del tablero, acompañado de alumnos más tranquilos y/o trabajadores.
- Búsquele un compañero.
- De instrucciones breves, claras y concisas. Si es necesario, repetirlas hasta que se entiendan claramente.
- El contacto visual es sumamente importante.
- Evitar penalizar públicamente los errores cometidos por inatención o por impulsividad.
- Refuerce positivamente un ejercicio o comportamiento bien realizado.
- Valore los conocimientos aprendidos a lo largo de un período y no en un momento puntual.
- Para niños hiperactivos: cuando el niño lo necesite, permítale trabajar de pie y darle descansos periódicamente. Sobre todo utilice esa energía extra que tiene el estudiante, para ser el ayudante del salón, ya sea entregando materiales a los compañeros o hacer correspondencia.
- Es importante supervisar el trabajo durante las actividades y clases, pues el niño con TDA puede distraerse fácilmente.
- Permítale más tiempo para trabajar, sin exhibirlo delante de los demás.
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